BIBLIOGRAFIA QUE SE SUGIERE.
Freinet, Celestin
“Técnicas Freinet de la escuela moderna.”
Siglo XXI editores.
Fernández Adela
“Diccionario ritual de voces Nahuas”
Panorama editorial.
Galeana de Valdez Patricia
“Los siglos de México”
Nueva Imagen.
Universidad Nacional Autónoma de México
“Visión de los vencidos”.
Montemayor Carlos
“Los pueblos indios de México hoy”
Temas de hoy.
n. m. lavrov
“La revolución mexicana 1910-1917”
Ediciones de cultura popular.
Hodges, Donald; Gandy Ross
“El destino de la Revolución Mexicana”
Ediciones el caballito.
Duverger, Christian
“El primer mestizaje”
Taurus-INAH-UNAM
León Portilla, Miguel
“huehuetlatolli”
SEP-FCE
SEP-CONAFE
México: su evolución cultural, tercer grado. CIENCIAS SOCIALES vol I
Editorial Porrua
AGENDA
Hueyi Tlalnamic Tonalamatl
Ce-Acatl, A. C.
Semo, Enrique; coordinador
“MEXICO, UN PUEBLO EN LA HISTORIA”. Colección de 8 tomos: de la aparición del hombre al México contemporáneo hasta 1985.
Alianza editorial.
Distintos autores
“HISTORIA UNIVERSAL SIGLO XXI” colección de 36 volúmenes: de la prehistoria al siglo XX (1980).
Siglo XXI editores.
HISTORIETA (Taibo II, Paco Ignacio)
“MEXICO HISTORIA DE UN PUEBLO” colección de 20 tomos, de “la llegada de los españoles a las costas de mexico” a “el fin de la Revolución Mexicana” (1920).
SEP/EDITORIAL NUEVA IMAGEN.
Enciclopedia infantil COLIBRI (8 o 12 tomos)
SEP/SALVAT
Revista de arqueología mexicana
Bimestral.
Revista especializada en temas de la historia y arqueología mesoamericana.
TAMBIEN OFRECEMOS EL TEXTO CORRESPONDIENTE AL MITO DEL QUINTO SOL. ESPERO QUE LO TOMEN EN CUENTA.
MITO DEL QUINTO SOL
Cuando todo parecía tranquilo, en calma, solitario, vacío. Cuando aun era de noche, y todavía no brillaba el sol (r arq # 56 pág 22);
Tlaltéotl, la Diosa tierra, era un monstruo acuático lleno de coyunturas, de ojos y bocas con las que mordía todo como bestia salvaje;
vinieron Quetzalcóatl y su hermano Tezcatlipoca y la desgarraron en dos partes con las cuales hicieron el cielo y la tierra (r arq # 20 pág 33).
Los dioses ordenaron la superficie de la tierra en cuatro rumbos, tras lo cual levantaron el cielo (r arq # 56 pág 34). Y fue así como brilló el primer sol.
Entonces la Deidad Ometéotl que es masculino y femenino a la vez o sea Ometecuhtli y Omecíhuatl
creó a los primeros seres humanos: nuestra divina madre y nuestro divino padre. Esta primera pareja humana surgió del tronco de la Madre Ceiba que abrieron los guerreros sacerdotes con cinceles (r arq # 56 pág 46).
Luego los ancianos Oxomoco y Cipactónal ayudaron con la invención de la cuenta del tiempo o sea el calendario (dicc. Pág 94).
De este modo fue creado el primer sol que es llamado OCELOTONATIUH o sol de tigre. Este sol duró 5 206 años.
Se dice que en esta época el mundo fue habitado por gigantes; que eran muy nerviosos y temerosos. Tenían miedo de caerse ya que al ser tan grandes, tan altos no podrían levantarse; además eran un riesgo para el resto de los seres. En aquella época la gente se saludaba así: “¡buenos días y que hoy no se caiga usted!” (r arq # 56 pág 28). Se sabe que los dioses no estuvieron conformes con estos hombres. De alguna manera representaban una calamidad. El fin de este mundo estuvo marcado por un cataclismo y los hombres fueron devorados por los tigres. “Se hundió el cielo, el sol se detuvo y se oscureció, entonces las gentes fueron comidas” (r arq # 56, pag 31).
El segundo sol es llamado SOL DE VIENTO o ECATONATIUH. Duró 4 010 años. El fin de este sol ocurrió con fuertes tornados y huracanes; violentas tempestades, todo se lo llevó el viento. Casi todos los hombres perecieron. Solo una pareja se salvó del cataclismo refugiada en una caverna.
Muchos se convirtieron en monos. Algunos de esos hombres transformados, ya no recuperaron su forma humana, continuaron monos y hoy habitan las selvas de México.
El tercer sol es llamado SOL DE LLUVIA o también QUIYAUHTONATIU y duró 4 804 años. El fin de este sol y por lo tanto el fin del mundo, ocurrió cuando hubo una lluvia de fuego sobre los moradores; llovieron piedrezuelas, se enroscaron los peñascos que están enrojecidos. Todo se quemó y casi todos los hombres murieron, algunos se convirtieron en aves. Solo se salvó una pareja que encontró refugio en una cueva (r arq # 56 pág 33).
El cuarto sol se llama SOL DE AGUA o también ATONATIUH. Duró 4 008 años. La Diosa CHALCHIUHTLICUE provocó un diluvio pcon lo que vino el fin del mundo y por lo tanto del cuarto sol. Casi toda la humanidad pereció, algunos se convirtieron en peces. Una pareja: Nene y Tata salvaron la vida refugiados en el tronco hueco de un ahuehuete, que es un árbol que crece a la orilla de los ríos.
Se cree que algunos de esos hombres convertidos en peces, una vez que terminó el diluvio, ya no pudieron tomar su forma humana. Son los mamíferos acuáticos que se conocen como “tlacamichin” o también manatí que aun habitan las lagunas costeras de México.
Y cuando todo había quedado a oscuras nuevamente, sin sol, los dioses fueron convocados.
Llegó QUETZALCÓATL, el gemelo precioso, quien dio vida a los hombres; dueño del viento que trae las lluvias.
Vino también su hermano TEZCATLIPOCA, espejo humeante, quien gobierna la noche; quien da riquezas pero también las quita.
XIPE TOTEC, nuestro señor desollado, el Dios de la primavera, de la renovación.
TLALOC, el Dios de la lluvia;
MICTLANTECUHTLI el Dios del inframundo, el que reina el lugar de los muertos;
MIXCOATL, serpiente de nubes, unión de Tláloc y Quetzalcoatl.
Todo esto ocurrió en la gran Ciudad de Teotihuacan.
Estaban de acuerdo en la necesidad de hacer que el sol brillara nuevamente y se preguntaban “¿Quién tendrá cargo de alumbrar el mundo?” pero nadie se atrevía al sacrificio. Entonces el Dios TECUZISTECATL, señor de los caracoles, interesado en hacerse notar, soberbio. Vestido de finas mantas con bordados de plumas de quetzal; con orejeras, nariguera y collar de fino jade; ajorcas, pulseras y brazaletes de oro, dijo: “yo tomo cargo de alumbrar el mundo”. Los dioses preguntaron “¿Quién será otro”? pero todos temían y se disculpaban. A otro Dios, NANAHUATZIN que era buboso, que tenía el cuerpo lleno de pústulas, era muy humilde, vestía ropas de papel y que solo escuchaba le dijeron: “Se tú el que alumbre bubosito” A lo cual contestó: “en merced recibo el mandato que me hacen, que así sea”. Entonces TECUZISTECATL y NANAHUATZIN fueron a hacer penitencia por cuatro días. Todo lo que ofrecía TECUZISTECATL era precioso: en lugar de ramos ofrecía ricas plumas de quetzalli; en lugar de bolas de heno, las ofrecía de oro; en lugar de espinas de maguey que es un cactus, ofrecía espinas hechas de piedras preciosas y en lugar de ofrecerlas con su sangre ofrecía espinas de rojo coral. El copal de su ofrenda era muy bueno y aromático.
Por su parte NANAHUATZIN, el purulento, ofrecía ramos de cañas verdes atadas de tres en tres; bolas de heno y espinas de maguey teñidas con su propia sangre y en lugar de copal ofrecía las pústulas de su cuerpo, como heridas abiertas. Hicieron penitencia en los montes cercanos a Teotihuacan.
Por cuatro días ardió el fuego en el hogar llamado toetexcalli. Llegaron los dioses y fueron ordenados en dos filas, ambas al lado del fuego y los dos dioses frente a él. A Tecuzistécatl le dieron un plumaje y una jaqueta de lienzo y a Nanahuatzin un tocado, una estola y un máxtil, todo de papel. A la media noche todos los dioses se colocaron en rededor del fuego. Entonces dijeron al primer Dios: “¡Ea pues Tecuzistécatl, entra tú al fuego!” y él acometió para arrojarse. Pero como era muy grande y estaba muy encendido sintió el gran calor y tuvo miedo, retrocedió. Hizo un segundo intento pero no se atrevió. Por cuatro veces retrocedió sin poder arrojarse. Entonces los dioses dijeron: “¡Ea Nanahuatzin, prueba tú!” y el Dios haciendo el esfuerzo y cerrando los ojos se echó en el fuego y comenzó a rechinar y respender como quien se asa.
Entonces como vio Tecuzistécatl que ardiera Nanahuatzin, lleno de vergüenza también se arrojó al fuego pero alcanzó a caer solo en las cenizas.
Ambos bajaron al lugar de la muerte, al Mictlan (r arq # 91 pag 32). Después del sacrificio, los demás dioses se pusieron a esperar la aparición de Nanahuatzin. Por fin al oriente se miró el alba, anrojecida.
Luego apareció un brillante sol que todo iluminó, era el cuerpo de Nanahuatzin que daba vida al quinto sol. Entonces apareció un segundo sol brillante. Los dioses se preguntaron “¿Cuál será el verdadero”? como no pudieron resolver, Papastatl, el Dios de las espumas, tomó un conejo y lo arrojó al segundo sol. De este modo fue apagando su brillo hasta quedar
completamente pálido. Por eso es que en las noches de luna llena observamos la imagen de un conejo en ella. Fue así como en Teotihuacan se creó el quinto sol, nuestro niño precioso; el que hoy nos ilumnina. Fue creado OLLINTONATIUH o sol de movimiento.
ES TODO POR EL MOMENTO...
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